Tú que eres jóvene y quieres vivir tu fe, no importa en cuál iglesia, cuídate y huye de los intimismos religiosos. Vivir de forma recta en lo particular no es suficiente si vivimos encecerrados en el ámbito de lo privado y nos conformamos con un montón de rituales viejos, que por repetidos, van perdiendo su sentido. Lo sagrado, cuando niega lo sagrado del mundo y la sociedad, no es ni siquiera cristiano. Una iglesia que dcierra los ojos a los problemas sociales, ya dejó de ser iglesia; ya dejó de ser cristiana.